En el mundo en el que vivimos, estamos constantemente llenos de información y con la tecnología que en muchas oportunidades nos facilita la vida, cuando abusamos de ella, nos lleva a un estado de DESCONEXIÓN CON NOSOTROS MISMOS, y a su vez de los demás.
Estamos “aparentemente” conectados con el entorno, tenemos mil chats, grupos y likes en nuestras redes sociales, sin embargo, esta saturación en ocasiones nos lleva a perder el contacto con nosotros mismos y nuestras necesidades, que se ve reflejado en nuestro nivel de estrés, malestar y hasta enfermedades.
De ahí la necesidad de DESCONECTARSE PARA CONECTARSE, volver a lo básico, salir del exceso de información y permitirnos tiempo de calidad con nosotros mismos ya es un gran paso hacia el bienestar.